No hay situaciones estresantes

No hay situaciones estresantes. Sólo pensamientos que las hacen estresantes.

Claro, eso es un poco exagerado. Pero te angustian circunstancias que otros consideran normales. Dos oradores ante el mismo público que experimentan distintos niveles de estrés es un ejemplo. Tener que cumplir el mismo plazo en el trabajo puede ser estresante para ti mientras que no lo sería para otro miembro del equipo. Así que, aunque nuestras circunstancias pueden ser "neutras" por naturaleza, sólo se vuelven estresantes cuando les asignas pensamientos negativos.

Esos patrones de pensamiento son específicos de cada persona. A menudo son automáticos, en el sentido de que has percibido repetidamente la misma situación como estresante, hasta que tu ansiedad se dispara y pasa por alto cualquier discurso racional que pudieras tener al respecto. Es una respuesta traumática.

En el fondo, asumes implícitamente antes del hecho que no serás capaz de hacer un buen trabajo, dar un buen discurso, cumplir un plazo, que los demás te juzgarán o menospreciarán... El nivel de estrés que experimentas es la diferencia entre las exigencias de tu entorno y tus capacidades. O mejor dicho, lo que tú crees que son tus capacidades.

No estoy abogando por la represión emocional, porque algunas situaciones pueden ser abrumadoras o tóxicas y necesitarías una estrategia diferente (poner límites, ser asertivo, cambiar de entorno o de relaciones...). Pero controlar el estrés está a tu alcance. Es una habilidad que puedes practicar con las herramientas adecuadas que he recopilado para ti en Udemy.

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