Las 3 Reglas de Oro del Feedback

¿Tus comentarios ponen a los demás a la defensiva o les provocan resentimiento?

De hecho, solo existen dos razones saludables para dar una opinión a alguien. O bien deseas empoderarlos o ayudar en su crecimiento, o bien deseas resolver un problema en el que sientes que tus necesidades se han visto comprometidas.

De lo contrario, muchas personas no se dan cuenta de que están siendo rencorosas, enfadadas o vengativas, lo que se manifiesta a través de la culpa, la crítica, comentarios despectivos y la agresividad pasiva, todo esto en un intento de hacer que el otro se sienta culpable y herir su autoestima.

Por lo tanto, ten en cuenta que es poco probable que seas constructivo si la situación que te llevó a dar un feedback desencadenó una fuerte respuesta emocional. Solo en ese momento podrás dedicarte a lo siguiente:

  1. Haz que el comentario se refiera al comportamiento de la otra persona, no a su personalidad.

  2. objetivo sobre los comportamientos específicos que consideras problemáticos.

  3. Describe cómo te hacen sentir con un "yo" ("me siento molesto").

Decir "Eres molesto" no se compara en absoluto con "Me siento molesto y no considerado cuando miras el móvil mientras hablo contigo". "Siempre estás por todas partes" no se acerca a "Me sentí perdido al leer tu presentación, contenía 5 gráficos sin comentarios y no pude entender qué mensaje intentabas transmitir".

A continuación, puedes animar a que respondan con un "¿qué te parece?". Lo anterior ayuda a que las personas asuman la responsabilidad de sus comportamientos sin ponerse a la defensiva. Una vez que lo hagan, puedes sugerir el cambio que deseas.

Cambiar de ser un tirano a ser un coach es solo cuestión de retroalimentación.

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